12 febrero, 2008

Tengo las uñas rojas. Rojas como el diablo, como el infierno, como un tridente, como el Apocalípsis. Rojas como el odio, como la ira, la furia. Rojas como el amor, como el corazón, como las arterias, como la sangre, como la lengua, como los labios, como los besos. Rojas como el vestido de esa señora, como mi camisón, como los zapatos de la abuela, como el pelo de Sara (y de su familia). Rojas como la voz de Omar Mollo, como las canciones de Sandro o de Charly, como la nota SI. Rojas como los puntos de Miró, como las bocas de Dalí, como la no-roja lengua del toro del Guernica. Rojas como El Corazón Delator de Poe, como El Retrato de Dorian Gray de Wilde, como Las Primas de Aurora Venturini.
Rojas como este ¿cuento?

2 comentarios:

RoGayego dijo...

La lengua del toro del guernica es tan roja como ver el abismo frente a tus ojos.

ahora, sí, soy un malflash.


Muy rico todo, adios.

..Lu.. dijo...

como los ojos de los darks cuando se compran lentes de contacto rojos!! (?)